Un día no es suficiente para reconocer y celebrar el arduo trabajo de las madres, especialmente en un mundo donde aún se lucha por la equidad; en una época en donde el rol de madre es versátil, pero lo identifica el mismo sentimiento: el amor incondicional a sus hijos.
En estas fechas celebramos a todas las madres, aquellas mujeres que deseándolo con todo su corazón trajeron un bebé al mundo. Celebramos a las madres que la maternidad les tomó por sorpresa, superando adversidades e inseguridades que se esfumaron al tener cara a cara a sus hijos, transformado el miedo en el amor más puro.
Celebramos a las mujeres que aunque biológicamente no son madres, se convirtieron en madres en el corazón y adoptaron a los hijos de sus parejas, hermanos, sobrinos o conocidos. Transformando con cariño e intuición la vida de otras personas, dando un regalo invaluable y lleno de amor.
Una fecha no es suficiente para un rol tan lleno de sacrificios, generosidad, bondad y mucho amor. Celebramos a las mamás que siempre tienen una actitud positiva, alegre y llena de esperanza. Este día brillamos más fuerte para que el corazón de las mamás se llene de orgullo y alegría, que este día de agradecimiento sea una normalidad en el día a día.
A todas las mamás, a brillar desde el interior.