A un año que el mundo nos cambiara y de reescribir la perspectiva de la vida y la belleza.
A inicios de marzo comenzaron las alertas, cancelaciones de clases, vuelos y los cierres generales. Aún no dimensionábamos todo lo que estaba por venir.
La pandemia vino a cambiar nuestra forma de trabajar, de socializar y vivir en familia. Nos ayudó a ordenar nuestras prioridades y bajarle el ritmo a la vida que estábamos viviendo. El tiempo en familia, con amigos y pareja se valora mucho más. El trabajo y el día a día con los colegas se agradece, porque aunque el trabajo virtual y desde casa tenga sus ventajas, es innegable que seguimos siendo seres sociales.
Uno de los aspectos más relevantes es que hemos aprendido mucho sobre la salud, especialmente cómo nuestro interior se refleja con el exterior. Cómo debemos preocuparnos por nuestra salud mental y salud física de igual manera. Aprendimos la importancia de prevenir y lo prioritario que es fortalecer nuestro sistema inmunológico.
A un año de la pandemia, muchos no hemos salido ilesos, muchos hemos sufrido pérdidas irreparables, vivimos experiencias que nos superaron, lidiamos con la ansiedad o depresión que esta situación ha conllevado. Muchas personas llevan estas secuelas al aspecto físico, perdiendo su cabello, el brillo de su piel o con brotes por el uso de la mascarilla.
Pese a todo lo que ha pasado, no podemos olvidar que hemos sobrevivido, nos hemos antepuesto a situaciones muy complejas y seguimos aquí, tratando de recuperar el rumbo y seguir disfrutando de las cosas que realmente importan.
Para nosotros la belleza es la tranquilidad, la paz de saber que todos están bien, una llamada con los amigos, los abrazos y besos con nuestras personas favoritas y disfrutar al aire libre. Saber que estás protegido por dentro y con las defensas fuertes. Para la belleza interna seguimos trabajando para encontrar la clave, pero para la belleza de tu piel, cabello y uñas la encontramos hace más de un par de décadas y sigue siendo la misma: 22 micronutrientes para brillar desde el interior.
